domingo, 21 de marzo de 2010

Se permite llorar.


Cuando rompemos a llorar, las emociones se liberan como si las hubiéramos tenido atrapadas en una olla a presión. Es cierto que las lágrimas ayudan a limpiar los ojos y evitan que se sequen. Hay dos clases de lágrimas, las reflexivas o irritantes, que son las que nos provocan algunos alimentos y sustancias demasiado fuertes. Y las que brotan del alma y obedecen a estados de ánimo y sentimientos.
La costumbre de llorar en público en las sociedades occidentales, en especial en el caso de los hombres, es algo que no se da a menudo y, cuando ocurre, suele ser un llanto silencioso, casi furtivo.
"Llorar no es de hombres" dicen las madres a sus hijos pequeños.
Los niños a los que no se permite llorar acumulan estrés y ponen en peligro su salud. Recuperar el llanto cuando se es adulto es bueno, porque llorar no nos hace más débiles, sino mucho más fuertes. Además, después de una buena llantina se ríe más y mejor.

2 comentarios:

  1. GRACIAS, esa es la unica palabra que me sale decirte. Me voy a platear ser la presidenta de llantos sin fronteras, porque visto lo visto estoy haciendome de oro ultimamente, asi que todo se vera. ERES UNICA HERMANA, UNICA...

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  2. criiiiiiiiiiiiis tu tambien en la aventura de los blogs? jajaja
    Te sigo valee? unbesito

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